Muchas cosas entran en juego cuando eligimos un destino para viajar: monumentos, museos, playas, diversión, bares, la gente, la gastronomía…
La mayoría de los brasileños, cuando elige un país para conocer pensando en su gastronomía, o sea, en la comida, el primer país que le viene a la cabeza es Italia. La cocina italiana es una de las cocinas más famosas del mundo, con una increíble variedad de platos y recetas que resulta en una buena comida y en una explosión de aromas y sabores. ¿Cómo no acordarse de la pizza y la pasta como sinónimos de comida italiana?
Sin embargo, todos los países tienen su propia cultura gastronómica con una variedad de platos típicos que invitan a los visitantes a viajar, a comer y a amar.
Entre los países de lengua española, hay una gran variedad de cocina fruto de su diversidad cultural, de su paisaje y su clima. La gastronomía de España, por ejemplo, se ha convertido en un reclamo turístico muy importante y un atractivo más del destino.
En este post de hoy, te dejamos la lista con las 5 ciudades donde mejor se come en España, resultado de una encuesta realizada por un sitio web con sus usuarios acerca de las ciudades españolas en las que se come mejor.
1. San Sebastián, País Vasco
La ciudad está situada en el Golfo de Vizcaya en la provincia de Guipúzcoa (es la capital de la provincia), en el País Vasco, y, en Euskera, se denomina Donostia. Se conoce la ciudad por su afamado festival de cine y también por la belleza de sus calles y playas y, según los viajeros, por su comida. En resúmen: es una ciudad maravillosa por sus paisajes y por su gastronomía.
Tres de los siete restaurantes españoles galardonados con la máxima distinción de la Guía Michelin se encuentran en San Sebastián: Akelarre, Arzak y Martín Berasategui. Comer en el restaurante de uno de estos prestigiosos cocineros es toda una gran experiencia.
Los pescados son un punto y aparte dentro de las recetas de San Sebastián. Entre los platos de la comida vasca, se destacan:
– el marmitako: un guiso elaborado a base de patatas, atún, verduras y pimientos;
– el txangurro: el buey de mar elaborado al horno
– la buskantza: butifarra elaborada con carne de oveja
Hace años «los cocineros vascos cruzaban la frontera para aprender de los chefs galos, ahora son éstos los que desean realizar sus prácticas entre los fogones donostiarras».
2. Santiago de Compostela, Galicia
Santiago de Compostela se ha convertido en un destino culinario único debido a la soberbia calidad de los productos gallegos, tanto del mar como de la huerta. Es una comida sana, sabrosa, variada y rica. Un paraíso a quien le guste la cocina marinera pues sus recetas presentam una gran selección de pescados y mariscos: ostras, centollos, percebes, gambas, langostinos, langosta, etc.
Un plato típico que uno no puede dejar de probar es el «pulpo a la gallega». Además, se destacan:
– la empanada gallega: tiene variaciones pero la más conocida está rellena de atún con tomate y pimientos;
– el caldo gallego: potaje de hortalizas y carne de cerdo;
– la tarta compostelana: tarta dulce de almendras
Se puede comer bien sea en los mesones o pulperías, sea en refinados restaurantes o marisquerías. Se destacan también las churrasquerías que denotan la herencia de muchos lugareños que emigraron a Argentina.
La segunda atracción más visitada de la ciudad tras la Catedral es el Mercado de Abastos, donde se puede probar el pulpo a feira o la empanada. Esa visita merece la pena.
«Es casi imposible comer mal en Galicia».
3. Cáceres, Extremadura
El año de 2015 ha convertido la ciudad en la Capital Gastronómica de Exremadura y de España, pues ha sido relanzada su fama de buena comida pues los turistas la visitan para disfrutar más allá de la belleza de sus empedradas calles. La gastronomía cacereña no sólo se saborea, también se vive a través de tradiciones, experiencias y sensaciones.
Los productos extremeños son de calidad y sus platos exquisitos y de sabor inigualables. Es una de las despensas más completas de la península: jamón ibérico, los quesos, el pimentón, las cerezas, el aceite de oliva, la ternera, el cordero, el vino. Entre los productos, se destacan la Torta del Casar, que es el queso más famoso de la provincia, las Cerezas del Jerte, también conocidas como picotas, y el Pimentón de la Vera (un producto artesanal elaborado en la comarca de La Vera, resultante de la molienda de pimientos rojos de las variedades Ocales, Jaranda, Jariza, Jeromín, y Bola).
El hotel-restaurante Atrio, con dos Estrellas Michelin y una bodega con más de 35.000 referencias, han conseguido que amantes de la buena comida, llegados desde cualquier rincón del mundo, hagan de Cáceres parada obligada en su visita a España.
4. Granada, Andalucía
La cocina de Granada tiene una tradición arábigo-andaluza, debido a la herencia árabe se hace evidente en el uso de especias, y, por otro lado, la variedad de productos disponibles en la región. Esa combinación resulta en una gastronomía fantástica y demasiado exquisita.
Como en toda Andalucía, la cultura de las tapas es más que destacable en Granada donde los bares compiten por ofrecer el platillo más generoso y sabroso. De modo general, las tapas se incluyen en el precio de la consumición, que no suele superar dos euros.
Para comer, uno puede visitar el Bar Aliatar, especialista en servir caracoles, probar las berenjenas fritas de La Blanca Paloma, y las pijotas (un pescado) y coquinas (mariscos) de Los Diamantes. Y si después de ese recorrido, uno sigue con hambre, nada mejor que probar la tortilla del Sacromonte en el barrio homónimo. Se trata de una tortilla muy popular en la cocina «granaína» hecha con ternera, trufas y otros tipos de ingredientes.
Si es verano, no deje de probar el gazpacho andaluz que es un tipo de sopa fría hecha con aceite de oliva, vinagre y hortalizas crudas: tomate, pepino, piemientos, cebollas y ajo.
5. Madrid
La capital española está entre las pocas ciudades del mundo que ofrecen una amplia variedad gastronómica y con un abanico de precios.
En los alrededores de la Plaza Mayor puedes probar el típico bocata de calamares por poco más de 3 euros. Por una media de 10 euros puedes tomar un menú del día (dos platos, un postre y una bebida – agua o vino) con platos típicos de todo el país. Si tienes plata, por un precio de 200 euros puedes comer en el Glotón Xow de DiverXO (3 Estrellas Michelin).
No es una tarea simple definir la gastronomía madrileña ya que se ha nutrido de lo mejor de las diferentes cocinas regionales, aunque sí hay platos que llevan indiscutiblemente el sello de la capital de España, como:
– las patatas bravas (una de las tapas más tradicionales que consta de patatas cortadas con forma de cubos y una sala picante hecha de tomate, pimienta de acyena y otros ingredientes);
– los callos a la madrileña (un plato típico de invierno que consiste en un guisado elaborado con tripas de vaca y se sirve acompañado de rodajas de chorizo)
– el cocido madrileño (plato representativo de la ciudad que consiste en un guiso de garbanzos con otros ingredientes como verduras, carnes, tocino de cerdo, etc.)
Además, no podemos concluir ese texto sin hablar de la repostería madrileña con sus dos especialidades más conocidas: los churros y las porras, que se consumen, por lo general, en el desayuno.
¡Madrid te espera!
En el sitio web Skyscanner, en el que se realizó la encuesta, puedes leer acerca de cinco ciudades más.
Buenas Tardes !